Los deseos de tu corazón
Por muchos años he escuchado la
frase: “Dios te bendiga y que cumpla los deseos de tu corazón”, pero de verdad
queremos que Dios cumpla nuestros deseos cuando él advierte: “Engañoso es el
corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? (Jeremías 17:9
RV1960), nuestra tendencia no es ser buenas personas o tener buenas intenciones
al contrario hay que cuidar las intenciones con las que hacemos las cosas.
Deseamos que se cumplan los
deseos de nuestro corazón, pero si estos son malos, ¿qué nos espera?, ya que
Dios “escudriña la mente, prueba el corazón, para dar a cada uno según su
camino, según el fruto de sus obras.” (Jeremías 17:10 RV1960), que nos espera
si se cumplen todos nuestros deseos.
Nuestro corazón debe nutrirse con
la palabra de Dios para ser limpiado y escaneado en la toma de decisiones,
nuestro corazón debe fijar la meta en Cristo ya que de lo contrario seremos
engañados y sobrepondremos nuestros deseos por encima de la palabra de Dios.
Él Espíritu Santo nos acompaña y quiere
renovar nuestro corazón, solo a través de un milagro las mentes y corazones más
difíciles pueden cambiar. Él siendo Dios es el único que nos puede convencer de
pecado, justicia y juicio (Juan 16:8 RV1960), necesitamos al Espíritu Santo para
que las intenciones de nuestro corazón cambien de malas a buenas.
Por ultimo como dice John Macarthur:
“Si bien la obra del Espíritu Santo es invisible, los resultados son visibles”,
tanto que las intenciones cambian y el corazón cambia por gracia de Dios.
Reflexión:
¿Cómo calificarías a tu corazón?
En muchas ocasiones ¿Cuál fue la verdadera intensión?
Aplicación:
Llego el momento de permitir que
Dios haga su obra en nosotros, tal vez el resultado no se va a ver de la noche
a la mañana, pero ninguna casa se empieza construir por la fachada sino por los
cimientos; salen muy caros, aunque sostienen toda la casa.
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