Home office




En esta temporada he escuchado a muchos matrimonios que han tenido muchos conflictos, este no ha sido nuestro caso y no porque seamos perfectos, sino porque esta ha sido nuestra normalidad durante casi 3 años. Less y yo llevamos 4 años de casados; sin embargo, al principio no teníamos una vida “normal” como la conocíamos, nuestro padre se iba a trabajar y nuestra madre se quedaba en casa, en nuestro caso ambos estamos en casa y yo trabajo en “home office” un concepto que entiendo desde hace varios años, decidí emprender un negocio y me ha permitido operarlo desde la comodidad de mi hogar.

Los conflictos ya los vivimos al inicio de nuestro matrimonio, cuando ambos veíamos los intereses propios y no nos preocupábamos por nuestro cónyuge. El problema que veo es que muchos estamos más preocupados por lo que pasa en relación a uno mismo que en relación a ambos, eso no tiene otro nombre que egoísmo. En este devocional quiero compartir algunos consejos que nos funcionaron y nos siguen funcionando, espero te sirvan.

Primero hay que buscar hacer cosas en común, en nuestro caso ambos somos muy diferentes, por ejemplo: a Less le gusta el maquillaje y el canto mientras que a mí me gusta escribir y hacer ejercicio, en este caso somos polos opuestos, pero la física dice que “polos opuestos se atraen”; sin embargo, hay tres cosas que nos unen: la oración, la meditación de la biblia y escuchar alabanzas. Este momento es único, no tenemos que orar solamente por nuestro conyugue sino con ella. No tenemos que leer la biblia solos sino juntos y no tenemos que cantar alabanzas por separado sino agarrados de las manos alzándolas al cielo. Orar, meditar y escuchar alabanzas no sirve si lo aprendido no se pone en práctica. 

Segundo hay que poner en práctica lo que meditamos en la biblia y no solamente hacer por hacer, cuando uno medita Dios lo va guiando a los pasos que necesita para aprender a desaprender “tú me dijiste: Yo te voy a instruir; te voy a enseñar cómo debes portarte. Voy a darte buenos consejos y a cuidar siempre de ti” (v.8), pero “podría entrar por un oído y salir por el otro” como lo expresa Selah: “Los mulos y los caballos son tercos y no quieren aprender; para acercarse a ellos y poderlos controlar, hay que ponerles rienda y freno. ¡No seas tú como ellos!” (Salmos 32:8-9 TLA)

Tercero hay que tener un tiempo para escucharse mutuamente. Este tiempo es parte del tiempo de comunión de ambos con Dios, es cuando podemos escucharnos, por ejemplo: ¿Qué entendimos de los versículos estudiados?, ¿Qué tal nos fue en el día?, ¿Qué hemos visto en el día?, ¿Qué estamos agradecidos el uno por el otro?, ¿Qué metas, sueños, proyectos se están cumpliendo?, ¿Cómo vamos en el avance de los cursos individuales?... en este momento, es muy importante no interrumpir, dejar que se exprese cada uno con calidad de tiempo y atención.

En conclusión, nos han servido estos 4 consejos:

1. Hacer cosas en común como: Orar, meditar y escuchar alabanzas.

2. Poner en práctica lo aprendido.

3. Aprender a desaprender los malos hábitos.

4. Escucharse mutuamente.


Comentarios

  1. Cordial saludo a todos los hermanos en Cristo Jesús Gracias por su dedicación a los demás Soy una persona que quiere conocer mucho de Dios

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Hacer el amor

Malaquias 3:10

Conformismo vs Contentamiento