El pastel




Uno de mis postres favoritos es el pastel, solo de imaginarme “se me hace agua la boca”, supongo que todo el que está leyendo este devocional tendrá cosas que agradan su paladar, su vista, sus oídos, su tacto, sus ojos y muchas otras cosas.

A partir de este ejemplo quiero comentarte que no todo lo que agrada nuestros sentidos es bueno para nuestra salud, puedo decirte que nada está prohibido, pero no todo es beneficioso, la mayoría de las cosas agradables a la vista son dañinas. No se trata de satanizar ningún objeto, pero todo lo que se hace sin medida crea un descontrol en nuestras vidas. Hoy la diabetes es una de las enfermedades que causas miles de muertes, pero la causa fue satisfacer excesivamente los sentidos, desde un pastel hasta la famosa coca cola. Vuelvo a repetir nada que satisface nuestros sentidos está prohibido.

Pablo dice: “Algunos de ustedes dicen: Yo soy libre de hacer lo que quiera. ¡Claro que sí! Pero no todo lo que uno quiere, conviene; ni todo fortalece la vida.” (1 Corintios 10:23 Traducción en lenguaje actual), en este versículo es claro hay libertad para hacer lo que uno quiera, pero no todo edifica y no solo es por nosotros sino por aquellos que nos rodean, mi padre, uno de los vicios que lo mato fue la coca cola, el exceso del placer en el paladar lo llevo a tumba. Una de las cosas que escuche mucho fue “es mi vida y de algo moriré”, tristemente fue su vida y murió de diabetes en la última etapa y en difíciles condiciones, Pablo más adelante dice: “Por eso, tenemos que pensar en el bien de los demás, y no solo en nosotros mismos.” (1 Corintios 10:24 TLA) y es una gran recomendación, no pensemos solo en nosotros sino en aquellos que nos rodean, esta temporada es una prueba de fuego, no solo de pensar en nosotros sino en aquellos que viven a nuestro alrededor.

Al principio mencione que uno de mis postres favoritos es el pastel y cada uno sabrá los placeres que lo satisfacen, pero todo llevado al extremo crea descontrol, como dice Tim Keller: “la razón por la que tu vida está fuera de control es porque no quieres darle a Dios el control de tu vida”, efectivamente reconocer que no tomamos decisiones sabias en la mayoría de los casos es un duro golpe a nuestro egocentrismo y causa humillación pedir a Dios consejo, pero no importa como hayas iniciado la carrera sino como la termines y es momento de cambiar hábitos, rutinas, extremos y los cambios duelen, bueno fuera que todo pasara por arte de magia, pero todo es por medio de un proceso doloroso aunque al final gozoso.

Reflexión:
¿Qué hábitos o rutinas te están llevando a perder el control?
¿Por qué nos cuesta tanto humillarnos delante de Dios y pedirle sabiduría?

Aplicación:
Esta temporada debe servir para modificar hábitos y rutinas dañinas y sustituirlas por cuidar el tiempo que pasamos en familia, con nosotros, con la naturaleza y lo más importante con Dios.

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