¿Cómo disciplinar tu vida?
La disciplina es algo que a muy pocas personas les gusta, o me atrevería a decir que a nadie, pero trae la mejor de las bendiciones
1 Corintios 9:24-27 PDT
Cuando hay una carrera, todos corren para
ganar, pero sólo uno recibe el premio. Así que corran para ganar. Todos los
deportistas que compiten en la carrera tienen que entrenar con disciplina. Lo
hacen para poder recibir un premio que no dura. Pero nuestro premio dura para
siempre. Por eso yo no corro sin una meta ni peleo como los boxeadores que sólo
dan golpes al aire. Golpeo mi propio cuerpo, lo castigo para controlarlo, para
así, no resultar yo mismo descalificado ante Dios, después de haber anunciado
la buena noticia de salvación a los demás
¿Por qué la mayoría de las personas no pueden
dejar un mal hábito?
1. "Corre para ganar" es muy
importante correr pero con la mente renovada, sin pensamientos absurdos que
digan lo contrario, sin preocupaciones, sin miedos y sin pecado.
2. Hay que entrenar con disciplina y sin parar
Tomate el tiempo y la dedicación de poder
entrenarte a diario en oración, en arrepentimiento, en gratitud, en la lectura
de la biblia y en el ayuno. Un verdadero cristiano, no solo deja de pecar sino
también practica justicia
3. Corre con una meta "dejar de pecar y a
la vez practicar justicia", cuando no tienes una meta vas a ir a donde
sea, menos al lugar deseado, ponte metas claras que te lleven a adorar a Dios
con todo lo que eres, piensas, dices y escuchas
4. Dios nos ha dado dominio propio, por lo
tanto debemos aprender a controlar nuestro propio cuerpo, por medio del
entrenamiento, entre más gracia más disciplina. Y aumentar la disciplina sino
quiere vivir bajo la luz, esta parte no habla de flagelación sino de pasar más
tiempo en la presencia de Dios, tiempo de calidad y cantidad.
5. Hay que tener en cuenta no ser
descalificado cuidando mucho nuestro andar, tanto la velocidad a la que vamos,
toma tu tiempo no llevas prisa; no vayas demasiado lento porque perderás las
ganas de alcanzar a tus compañeros; no te detengas podría ser demasiado
peligroso y nunca corras sin tener en mente que puedes caer pero la gracia de
Dios te sostendrá, muestra humildad en tu andar
Y no dejes de dar a conocer las buenas
noticias, a aquellos que no quieren correr la carrera
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