Las palabras son como un bumerán.





Hace algunos días leí la siguiente frase “palos y piedras podrán quebrar mis huesos, pero las palabras jamás me lastimarán”, muchas personas en el día a día, se consideran fuertes y piensan que las palabras no los podrán ofender, pero duelen más de lo que imaginamos. 


La biblia es muy clara al respecto de cómo las palabras duelen más de lo que creemos, en proverbios 12:18 dice lo siguiente: “El que habla sin pensar hiere como una espada, pero lo que dice el sabio trae alivio”. Necesitamos ser sabios para poder usar nuestras palabras con mucho cuidado, porque el infierno está lleno de buenas intenciones y no de buenas decisiones. 


Las palabras pueden herir.

Las palabras pueden curar.

Las palabras pueden empobrecer a la gente.

Las palabras pueden volver rica a la gente.

Las palabras pueden motivar.

Las palabras pueden desanimar.

Las palabras pueden trasmitir mentiras.

Las palabras pueden trasmitir la verdad.

Las palabras pueden causar dolor.

Las palabras pueden causar felicidad.



Cuando hablo de que las palabras “pueden” no estoy hablando de la filosofía del positivismo que por repetición puedes lograr las cosas sino el impacto que causan las palabras en su constante dirección y significado.



Desafortunadamente las personas que más nos aman, casi siempre son las que más nos lastiman.

Por esa razón hay que pedir sabiduría a Dios como lo dice Santiago 1:5 “Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará. Dios es generoso y nos da todo con agrado”, tenemos que ser sabios para usar nuestras palabras, no digas palabras que parecen buenas y que en realidad son malas.  



¿Qué persona está a tu lado que le pueden decir muchas palabras significativas?

¿Qué persona está a tu lado que necesita que la ames con las palabras?



Las palabras significativas son palabras “valga la redundancia” que nos levantan la autoestima, nos hacen valiosos, nos hacen ver nuestros dones, talentos, habilidades; nos echan porras, nos abrazan, nos edifican y construyen nuestra parte emocional social.



El dar palabras significativas a las personas cercanas siempre serán como un bumerán que regresara pronto.


¿Cuántos bumeranes regresan al día? Si la respuesta es ninguno, tal vez es momento de empezar a dar palabras significativas, si estas casado empieza por tu conyugue, si estas soltero (a) tus padres y hermanos.  No olvides que todo lo que das siempre regresa como un bumerán.

Comentarios

  1. Muchas gracias maestro por compartir esta hermosa reflexión. Es muy cierto lo que menciona; me ha hecho reflexionar y analizar muchas cosas; es por eso que debemos de ser sabios para hablar y comunicarnos. De ahora en delante tratare de pensar un poco mas antes de hablar, para que en mi comunicación haya sabiduría y humildad.
    Le agradezco mucho por compartir esta reflexión y el apoyo moral que me proporciona.

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